En los últimos años, la estructura de la cadena de suministro alimentario ha cobrado cada vez más importancia para los consumidores. Mientras que los compradores comerciales y los consumidores particulares parecen estar influidos por factores predecibles como el precio y la calidad de un producto, existe un interés creciente por el origen, el impacto medioambiental y el carácter ético del propio producto. Este cambio es un importante motor de innovación y transformación en la industria.
En los últimos cinco años, un número cada vez mayor de consumidores ha adoptado hábitos alimentarios más saludables. Teniendo en cuenta la situación actual, la principal razón de este comportamiento ha sido el inicio de la pandemia de 2019; un importante 85% de los consumidores se ha pasado a opciones alimentarias más sanas para mejorar su calidad de vida, eliminando el consumo de alimentos procesados y recurriendo a productos frescos y alternativas más saludables a las grasas tradicionales.
Un ejemplo es que los europeos han recurrido cada vez más al aceite de oliva como alternativa más saludable, lo que se ha traducido en un aumento de los volúmenes de exportación de los países productores. El mercado mundial está muy influido por el comportamiento de los consumidores, que se rige por el principio económico básico de la oferta y la demanda; el aumento de la demanda de aceite de oliva ha llevado al sector agroalimentario a replantearse sus estrategias de precios para los productos europeos, especialmente debido a la escasez de productos.
El aumento del precio del aceite de oliva deja sitio a otros aceites comestibles alternativos, como el de colza. Esta tendencia es evidente en la actividad comercial del mercado de Wikifarmer y está respaldada por los datos de Google Trends, que muestran un repunte de las búsquedas de aceite de colza en los últimos cinco meses. Esta correlación sugiere que los consumidores buscan opciones de aceite de cocina más asequibles, lo que lleva a un mayor interés por los sustitutos.Es importante señalar que factores como el cambio climático, las tensiones geopolíticas y las políticas nacionales también desempeñan un papel en el impulso de este cambio hacia productos alternativos al aceite de oliva, debido a las interrupciones en las cadenas de suministro mundiales.
La sostenibilidad medioambiental preocupa cada vez más a los consumidores, lo que se traduce en una mayor demanda de productos ecológicos, percibidos como más sanos y respetuosos con el medio ambiente. El sector agroalimentario está respondiendo con la expansión de las prácticas de agricultura ecológica, que reducen el uso de productos químicos sintéticos y fomentan la biodiversidad. Además, los productos sostenibles están aumentando sus ventas un 20% en comparación con los convencionales, lo que indica que los consumidores prefieren productos más naturales y respetuosos con el medio ambiente, aunque sean más caros.
Un etiquetado claro es otro aspecto clave, ya que los consumidores buscan transparencia sobre el origen y los métodos de producción de los alimentos. Las etiquetas que indican la certificación ecológica, la ausencia de OMG y las prácticas de comercio justo son cada vez más populares y ayudan a los consumidores a elegir con conocimiento de causa. La industria se está adaptando a estos cambios simplificando los productos en cuanto a ingredientes, creando alimentos más naturales y promoviendo su respeto por el medio ambiente y su sostenibilidad dentro de la cadena de suministro.
Los consumidores están cada vez más concienciados socialmente y buscan apoyar a empresas que estén en línea con sus valores éticos. Cuestiones como el comercio justo, los derechos de los trabajadores y el apoyo a la comunidad son cada vez más importantes. Las prácticas empresariales transparentes y democráticas también son cada vez más relevantes. Los consumidores exigen que las empresas agroalimentarias realicen un comercio justo y ético, garantizando que los productores reciban una remuneración justa y trabajen en condiciones humanas. Esto ha llevado a un aumento de los productos certificados de comercio justo y a un refuerzo de las iniciativas de responsabilidad social corporativa (RSC) en el sector.
Las tendencias de consumo están transformando radicalmente el sector agroalimentario. La creciente atención a la salud y el bienestar, combinada con consideraciones económicas, medioambientales y éticas, está impulsando cambios significativos en la forma de producir, comercializar y consumir alimentos. Manteniéndose en sintonía con la evolución de las demandas de los consumidores y centrándose en la sostenibilidad, la transparencia y las prácticas de comercio justo, la industria agroalimentaria puede seguir innovando y prosperando en un mercado en rápida transformación
El sector agrario se enfrenta a numerosos retos, ya que los consumidores dan cada vez más prioridad a la sostenibilidad, la transparencia, la salud y la comodidad. El sector agroalimentario tiene que adaptarse a lo largo de toda la cadena alimentaria, implantando nuevos métodos y herramientas. Empezando por el campo, Wikifarmer proporciona un ecosistema de contenidos, que incluye la Biblioteca y la Academia, promoviendo prácticas agrícolas sostenibles y ayudando a los productores a satisfacer la demanda de productos respetuosos con el medio ambiente y éticos. Al llegar al mercado mundial, Wikifarmer conecta los mercados con productos auténticos y locales, fomentando una conexión más estrecha con el origen de los alimentos y garantizando un comercio seguro con procedimientos justos y transparentes. Además, la comodidad digital de la plataforma apoya la transformación sostenible de la cadena de suministro. Por último, pero no por ello menos importante, las perspectivas de mercado de Wikifarmer proporcionan valiosas actualizaciones sobre la situación actual del sector, abordando cuestiones a todos los niveles. Por tanto, los operadores comerciales están llamados a adaptarse y responder con prontitud a los retos de los consumidores.