En los últimos años, los consumidores han mostrado un creciente interés por los productos alimentarios sin conservantes y sometidos a un procesamiento mínimo. Las investigaciones demuestran que una creciente preocupación por la salud y el medio ambiente les orienta hacia la incorporación de mayores cantidades de frutas y frutos secos en su dieta diaria. Pero no se trata sólo de la calidad de los productos alimentarios, que se consideran mejores cuantos menos aditivos contienen y más frescos son; hoy en día, los consumidores también prestan atención al impacto que los procesos de producción y logística llevados a cabo por las empresas tienen en los hábitats naturales.
Una fruta que se mantiene desde hace décadas en la lista de las frutas más consumidas en Europa es la manzana.
Italia, Alemania y Francia son los consumidores más entusiastas de manzanas, y se prevé que su interés por esta fruta aumente constantemente. Es bien sabido que, sobre todo en los países germánicos, los consumidores adoran las manzanas y sus derivados, tal y como confirman nuestros agentes sobre el terreno para Alemania y Austria. A modo de ejemplo, aquí hacemos referencia a los artículos de productos frescos más comprados para estos dos países en 2020:
A los europeos les gustan las manzanas desde hace mucho tiempo, y con razón. Las manzanas se producen en grandes cantidades en Europa y pueden almacenarse durante meses, por lo que los consumidores tienen acceso a ellas con frecuencia. Un aspecto destacable del comercio de manzanas en Europa es el hecho de que más del 80% de la producción se destina a productos de consumo fresco para el consumidor final ("manzanas de mesa"), y sólo el resto se destina a ser procesadas posteriormente ("manzanas de sidra").
Las tres variedades de manzana más producidas (por volumen de producción) en la UE son Golden Delicious, Gala e Idared, y los principales países productores son Polonia, Italia y Francia. A pesar de ser una fruta que abunda en nuestro continente, las cosechas de manzanas dependen sobre todo de la meteorología, que escapa al control de cualquiera. La calidad de las cosechas se ve afectada por las heladas primaverales, la sequía, las lluvias torrenciales o el granizo.
Estos factores suponen una fuente de incertidumbre para los operadores de la oferta en el mercado. Sin embargo, debido a la creciente demanda de productos frescos sin conservantes (frente a los productos de fruta procesada), los proveedores se enfrentan a retos adicionales tanto en términos de coste financiero como de tecnicismos a superar. Esta situación también afecta a los compradores B2B, ya que necesitan abastecerse del mejor producto que se ajuste a su presupuesto y a sus exigencias de calidad en el momento oportuno de manera que se encuentre en condiciones óptimas de comercialización antes de ser introducidos en las cadenas de distribución.
El descenso del interés de los consumidores por los zumos en favor de las frutas frescas queda patente en el siguiente gráfico con datos de Statista Market Insights, que muestra una tendencia continua a la baja en el consumo de zumos de fruta/néctares en la UE:
Todo lo anterior pone en evidencia que tanto los proveedores como los compradores B2B de manzanas necesitan maximizar la eficacia de sus procedimientos de abastecimiento y distribución para sufrir la menor cantidad de fricciones posible. Para eliminar estas molestias de los procesos diarios de esos operadores, de modo que puedan dedicar su tiempo a las operaciones que más importan para sus perspectivas a largo plazo, como la planificación de una estrategia de salida al mercado y la optimización de sus procesos de producción.